El diario rojo del cole

Una tarde lluviosa de domingo, un viejo libro escondido detrás de una de las estanterías que pueblan mi casa llamó mi atención. Se titulaba "el libro rojo del cole" y era una traducción de un libro danés, de los años 60 o 70. Desde entonces lo he tenido en mi mesilla y de vez en cuando lo consulto. Si bien en algunas cosas es algo ingenuo, en otras, me ayuda a pensar con claridad. Si es que alguien lo hace.

Wednesday, April 25, 2007

Sant Jordi



Es curioso. Yo que me vanaglorio siempre de que no me atrapan con las fiestas del consumo que se esconden detrás de todos los grandes eventos y reniego siempre de navidades, san valentines y días del padre, la madre y lo que sea.... como cada año he sucumbido a la tentación de Sant Jordi.

Sant Jordi en Catalunya no es festivo pero creo que es el día que más ambiente de fiesta se respira por sus calles. Y aunque sí, es evidente, es una fiesta comercial donde al final del día lo que cuenta son los millones que se ha embolsado el sector editorial, para mí sigue siendo una fiesta con un encanto especial.

Prefiero no ver los miles de cifras que danzan por detrás del gran negocio y regocijarme las mañanas siguientes cuando veo que hay más libros de lo acostumbrado en el tren, el metro o el bus. Adoro descubrir las caras de la gente inmersa en sus lecturas, ajenas a las caras de los demás, disfrutando de un buen libro.

Pero lo que tienen de bueno las tradiciones es la manera de romperlas de cada uno. En mi familia las mujeres siempre hemos recibido la rosa, sea de mi padre o de mis parejas sucesivas pero ninguna mujer se ha quedado sin lectura y muchos de los hombres han recibido además del libro de rigor su rosa. A algunos incluso los ha sorprendido. Pero yo me siento incapaz de pasar un Sant Jordi sin estrenar alguna lectura interesante.

En este caso he hecho un descubrimiento interesantísimo y, por no novedoso, me resulta imperdonable. No puedo entender cómo no había reparado antes en un personaje que ahora me resulta imprescindible: Thursday Next, de profesión policía literaria. Cuirosa paradoja que su autor Jasper Fforde no deja de explotar. De momento ya voy por la mitad de "El caso Jane Eyre" pero prometo devorar todos los casos siguientes con la misma gula que éste.

Labels:

0 Comments:

Post a Comment

<< Home